En la entrada anterior explicamos como se ha ido formando el ego desde nuestros primeros años de vida. Hemos explicado como ese proceso es el resultado de una demarcación ilusoria entre la mente y el cuerpo.
Cuando se traza una línea limítrofe entre lo que uno "es" y "no es", es también una línea de batalla en potencia ya que delimita los territorios de dos campos opuestos.
Al crear este nuevo límite entre la mente y el cuerpo, creamos un nuevo frente de batalla: los deseos de la carne se contraponen a las necesidades del alma, lo que es lo mismo que decir "el Espíritu quiere, pero la carne es débil". El hombre ha perdido contacto con la unidad de cuerpo y mente quedando en su lugar el pensamiento compulsivo por una parte y el cuerpo disociado por otra.
Este es el nivel de conciencia del ego. El hombre está identificado con una imagen mental de si mismo.
Ahora bien, dentro del ego hay un límite mas reducido entre lo que "uno es" y "no es", de manera que solo le damos cabida a ciertos aspectos del "yo" que son aceptados por nuestros padres, los sacerdotes, nuestra cultura, nuestra sociedad etc..
Aspectos que son considerados como buenas costumbres, buena educación o moralmente aceptados, serán los aspectos que formen parte de nuestro ahora reducido "yo" y esta imagen mas empobrecida es a lo que llamamos PERSONA (máscara). A todos aquellos aspectos rechazados, no aceptados y que hemos reprimido los ponemos del otro lado de la valla, pasando a las líneas enemigas y los llamamos SOMBRA.
Esta sombra va acumulándose desde nuestra niñez y cuanto más adecuado se es para el mundo, para la familia o para la sociedad, más
sombra se tiene acumulada. Esta sombra te quita energía y te debilita cada vez
más.
LA PROYECCIÓN DE LA SOMBRA
La proyección es el mecanismo que nos permite mantener una conexión con estos aspectos negados de nosotros mismos, sin necesidad de identificarnos con ellos.
El ser humano utiliza la proyección para situar fuera de sí aquellos aspectos que siempre han formado parte de él pero que fueron obviados, con la finalidad de poder recuperarlos en el momento que esté dispuesto a hacerlo.
Todo aquello que, por una razón u otra, creemos «no tener» o «no ser», debe volver a nosotros.
Gracias a la proyección, podemos recuperarlo e integrarlo para volver a la unidad.
En este proceso de proyectar, creemos ver fuera, es decir en otras personas, todos estos aspectos que forman parte de nosotros pero que ya no los conocemos porque los hemos olvidado.
Proyectamos fuera tanto los contenidos considerados "negativos", como los contenidos considerados "positivos" que también forman parte de nuestro inconsciente. Por ejemplo, puedo sentir que no poseo una cualidad que yo considero "positiva" y me gustaría tener, entonces creo verla, conocerla, en otra persona, aunque la palabra correcta es "reconocerla".
En realidad sale de mí, como en un proyector; es imposible ver algo fuera que no exista previamente en mí.
Esto funcionará como una energía que me atraerá o me alejará de esa persona aparentemente y sin saber por qué, es decir de forma inconsciente. Mientras tanto, mi parte consciente en un intento de justificarla, intentará ponerle un nombre: amor, enamoramiento, tener feeling..... o incompatibilidad, odio, o falta de feeling, entre otras muchas expresiones.
El hombre presenta una fuerte resistencia a aceptar su propia sombra...a
admitir que los rasgos que proyecta son suyos......Porque la sombra se encuentra en las filas del enemigo.
"Prefiero ser un hombre completo, que un hombre bueno". C.G.Jung
COMO SABER LO QUE ESTAMOS PROYECTANDO
Todas aquellas cosas que quiero cambiar en el otro, todas aquellas cosas a las que les tenemos miedo, cualquier cosa que nos haga enfadar, todo aquello que nos neguemos a aceptar.
Todos estos son aspectos que los justificamos y que no exploramos los temas subyacentes que verdaderamente nos atormentan.
Nuestras proyecciones pueden ser positivas que es lo que admiro y no me atrevo a ser o negativas que es lo que desprecio y no me atrevo a mostrar.
COMO DESMANTELAR LA PROYECCIÓN
1-Tomar consciencia que nos estamos proyectando es hacernos responsables y transformarnos en adultos emocionales.
2- Invertir el sentido de la proyección.
Algunos ejemplos de proyección:
SÍNTOMA SOMBRA
1. EL MUNDO
ME RECHAZA
RECHAZO AL MUNDO
2. MIS PADRES
QUIEREN QUE ESTUDIE QUIERO
ESTUDIAR
3. ME QUIEREN
HACER DAÑO QUIERO
AGREDIR
4. ME
RETRAIGO TE EMPUJARIA, TE HECHARIA
5. NO
PUEDO NO QUIERO
6. TENGO QUE,
DEBO DE
DESEO, QUIERO
7. ENVIDIA
NO PUEDO SER COMO EL
Con el paso de los años, hemos ido
formando el espectro de la conciencia que, originada del ser y de la totalidad,
se ha ido encogiendo, estrechando, haciéndose cada vez más restringida, y “los
que no soy”, “lo que existe ahí afuera”, se ven como objetos extraños, ajenos y
enemigos.
Pero todo esto no son
más que "proyecciones", y todos ellos
pueden ser redescubiertos como
aspectos propios del ser y aunque a veces este descubrimiento sea doloroso, termina siendo jubiloso porque, tomar consciencia de que un objeto de ahí fuera, es en realidad un aspecto de nosotros mismos, convierte a los enemigos en
amigos y las batallas en juegos.
EL GRAN PROBLEMA DE LA CONCIENCIA DUAL es
pensar y creer que mis problemas están fuera y que mis soluciones están fuera. Creer que
la solución a mi vida está en que el otro cambie, que lo que está afuera cambie y me
olvido que eso que percibo y me molesta del otro o de lo que está ahí afuera y
que quiero cambiar, tiene que ver conmigo (con aquello que en algún momento
reprimí y que ahora se está expresando).
El cambio está en mí, no está afuera, esto es desarrollar la conciencia de unidad.
SI ME MIRO AL ESPEJO Y ME VEO DESPEINADA…
¿A QUIEN PEINO? ¿A MI O LA IMAGEN DEL ESPEJO?
"Uno no alcanza la iluminación fantaseando figuras de luz, sino haciendo consciente su oscuridad". C.G.Jung
Cuando
más integramos nuestra sombra, más fuerte somos, los niños tienen tanta energía
porque no tienen sombra, pero a medida que van creciendo y se los va "educando" o adecuando, se les va creando
sombra y van perdiendo energía.
¿cómo saber lo que perdimos de niños? veamos nuestra sombra ahí afuera y al integrarla recuperaremos aquello que hemos perdido.
El Ser es el que viene al mundo y se lo va
transformando en ego. Para regresar a Dios, a la fuente, el ego debe morir para que reaparezca el Ser. Generalmente esto sucede con la muerte la física, aunque hay otro camino.....
En la próxima entrada, "El viaje del héroe primera parte", el mundo dual y la percepción. El comienzo del viaje de retorno al Ser, para recuperar todo aquello que creemos haber perdido.
Fuentes:
La Conciencia sin Fronteras (Ken Wilber)
Encuentro con la Sombra (C. Zweig y J. Abrams)
Aspectos fundamentales del desarrollo I (Enric Corbera Institute®)
Hacia la Conciencia de Unidad (María Martha de Benito)